Y a medida que la fragancia se despliega sobre la piel, la vainilla, el pachulí, el ámbar gris y el almizcle tejen una historia que perdura, como el eco de un antiguo encantamiento. Es un susurro suave y sensual que perdura en la memoria más que una mirada. Aurore es la historia de una mujer que no se despierta por un príncipe, sino por sí misma. Su fuerza reside en que no espera un milagro. Lo huele. Es una fragancia de fuerza en la ternura, de elegancia en lo salvaje, un cuento de hadas en lo cotidiano. Porque toda mujer merece oler como la heroína de su propio cuento de hadas. Y no necesita un huso mágico para saber cuándo ha llegado su momento.
